El mango es una fruta procedente de India cuyo cultivo se ha extendido por areas de clima subtropical de todo el mundo, entre los cuales tambien algunas zonas mediterráneas próximas a la costa, dotadas de un microclima subtropical.
Por su riqueza en ácidos de diverso tipo (málico, palmítico, p-cumárico y mirístico) y su contenido en vitaminas A y C, el mango es un alimento antioxidante muy recomendado para detener el envejecimiento celular, reuniendo excelentes condiciones para ser considerado un potente anticancerígeno. Además su sabor dulce, textura suave de su pulpa y exquisito aroma facilita su consumo entre niños y adultos.
Otras ventajas saludables del mango incluyen sus propiedades diuréticas, convirtiendo este producto en uno muy adecuado para aquellos que sufran problemas de tensión arterial y retención de líquidos, su alto contenido en minerales como el potasio, el magnesio y el selenio, lo clasifican como buen reconstituyente para tomar tras el ejercicio físico, y es además rico en hierro, habiendo sido utilizado tradicionalmente para tratar la anemia crónica y la debilidad menstrual.
Todas estas maravillosas cualidades se ven eclipsadas en el cultivo convencional que suele utilizar fertilizantes de síntesis química, pesticidas muy agresivos y herbicidas radicales. Todas estas moléculas ajenas al entorno natural pueden ser localizadas luego en la piel y en la carne de los mangos encontrados en comercios, casas y restaurantes. Ninguno de estos productos nocivos, alguno de los cuales puede ser cancerígeno, es usado en los cultivos de mangos bio, por lo que es una primera buena razón para realizar el cambio.
Las explotaciones tradicionales tienden a maximizar la producción en peso de la cosecha de mangos, mientras que los cultivos ecológicos prefieren obtener un producto de alta calidad, fragante y sabroso. El uso de variedades transgénicas no está bien visto ya que los efectos sobre la población a largo plazo son desconocidos, por ello, en el cultivo ecológico se sustenta en variedades obtenidas por injertos realizados por los agricultores a través de una selección natural centrada en la excelencia.
Otras razones que aconsejan el consumo de mangos bio, y otras frutas ecológicas producidos en España, es el apoyo a la conservación de la biodiversidad y del comercio tradicional. Hay que tener en consideración que los mayores productores y exportadores de mango a nivel mundial son países tropicales o subtropicales (México, Brasil, Pakistán por ejemplo, son dos países líderes) pero están muy alejados de Europa. Por ello el mango convencional producido de forma masiva, para ser comercializado eficazmente en Europa suele ser exportado verde y llega al mercado español en condiciones gustativas muy deficientes. Al margen que en esos países, grandes problemas relacionados con la deforestación y el desplazamiento de las poblaciones autóctonas están relacionados con prácticas agrícolas extensivas.
Es por ello, que comenzar a consumir mangos bio, es una buena idea, no sólo para tu salud, sino para la salud del planeta y su población.